domingo, 12 de agosto de 2007

Leyendo a César Vallejo ("Zumba el tedio enfrascado")


Hoy tengo la impresión de que jamás moriré en París con aguacero.

Me doy cuenta de que no tengo ningún amigo que me de las seis, que se llame Santiago, y menos que sea ciego.

Nunca encontré a una niña en la calle que me haya abrazado. Tampoco alguna que se haya detenido a coserme el costado a su costado. Nadie me busca. Nadie me reconoce.

Ya no pienso en tu sexo (o pienso lo suficiente y luego quedo mudo). Pulso misterioso.

Mi celda no tiene cuatro paredes, sino tres. De ella se alejan dos Marías cantando.

Almorcé solo (999 ... 1000 calorías). Alguien dice: "Déjenlo".

Mañana ... ¿amanecerá lloviendo?

5 comentarios:

vladimir maiakovski dijo...

definitivamente, creo que hay algo, creo que hay algo ...

Ava G. dijo...

entre nosotros, Vladimir? entre nosotros?


Blog de alma dijo...

Poéticamente nostálgico
;)

Scummy man dijo...

Estimada colega,

Muchas gracias por el enlace. Debido a presiones de grupos radicales minoritarios, he debido actuar reciprocamente.

Cambio y fuera

Ay VAleria! dijo...

Ay, esta vez hubo ruidito.

"Nunca... tampoco... a coserme el costado a su costado..."

Hijo, me has hecho llorar!