miércoles, 30 de enero de 2008

This - illusion



Cuando me di cuenta de que confundís los significados de algunos términos, de que tu gusto musical es deplorablemente snob y de que leés el horóscopo todos los días, tuve la certeza de que no eras vos.

domingo, 20 de enero de 2008

Leyendo el diccionario


Del Diccionario del que duda de John R. Saul:


Optimismo - En su aplicación personal, grata y útil distracción frente a un día opresivo y la certidumbre de la muerte.

En su aplicación social, fuerza pueril que elimina el poder consciente del individuo para la crítica, el rechazo y la duda. El optimismo, como el patriotismo, es la herramienta pública de los canallas y los ideólogos. Véase pesimismo.


Pesimismo - Una protección valiosa contra la charlatanería.

Más útil para el individuo que el escepticismo, que degenera fácilmente en cinismo y así se torna una fuerza negativa y derrotista. El pesimismo es un filtro consciente que desarma a los ideólogos y nos libera para actuar de manera práctica.

El único pesimista peligroso es el que tiene poder, el que es optimista acerca de sí mismo y pesimista acerca de los que él gobierna. En nuestra sociedad encarcelada por la retórica, estos pesimistas públicos son cada vez más difíciles de identificar. Se los reconoce por su insistencia en resolver problemas, hallar soluciones, crear prosperidad, ganar guerras y terminar con el crimen; pero cuanto más optimista es su retórica, más pesimistas son en sus actos reales.

El pesimista saludable modera sus actos públicos con la duda y escucha atentamente las reverberaciones sociales que se pueden traducir en oportunidades sensatas. Las élites que son optimistas acerca de sí mismas y pesimistas acerca de los gobernados están prontas para el reemplazo.

martes, 15 de enero de 2008

Sábado 12


Imagen de Mark Ryden


Bajo monótonamente la escalera del hotel de Av. de Mayo, con el sueño atado al tobillo. No me agarro del pasamanos porque me da asco tocar una superficie tan fría tan temprano en la mañana. Los escalones son teclas de piano que saben sólo un acorde. En uno de ellos, bajo la ventana sin vitrales: libélula de crujientes alas muerta, seca.

Camino por la calle Defensa. Las sucias baldosas dibujan un falso tablero de ajedrez. Los espacios que faltan forman grandes agujeros de color negro embetunado enigmático. Al borde del abismo cuelgan las patas: cucaracha de cobre reluciente, lustrada con el mismo lustrametales que usan en los pestillos y en los porteros eléctricos.

Mientras regreso espero encontrar alguna paloma descuartizada, aplastada gracias al descuidado andar de la monstruosa rueda de algún colectivo. Pero no, no creo en la justicia divina.

martes, 8 de enero de 2008

Derecho de mirar


A usted

yo no lo miro

mi vida no le importa

Amo lo que amo

y sólo eso me importa

y me ve

Amo a los que amo

los miro

me dan derecho


Jacques Prévert

jueves, 3 de enero de 2008

"Guarda e passa" o El peso de los Clásicos


Esta es la conducta adoptada por muchos. No es la mía.

Prefiero que mis palabras me condenen. Ciertamente, no seré un espectador, mucho menos un transeúnte.

Me aturde lo "políticamente correcto" y el típico "no te metas".

Así que nada de "virgileriadas" estúpidas. Cuando pase, quedará una estela de baba pegajosa y molesta.