sábado, 10 de noviembre de 2007

Run baby, run!


Entonces dijo al lobo:

-Estos ojos ya no te buscarán. Y esta boca anhelante se secará, lo presiento. Estas manos serán despojadas de toda posibilidad de florecer. Y estas piernas fuertes se cerrarán para empezar a correr. Lejos de ti, lobo. Lejos de ti. Me iré. A otro bosque. Sí, a otro. Me cansé de esperar a que, por fin, te decidas a comerme.

Mientras guardaba sus cosas en la valija, el lobo miraba fijamente los zapatos de charol rojo. Después, se secó las lágrimas con el reverso de su peluda mano sin que ella lo viera, claro, porque ya estaba cerrando la puerta.

19 comentarios:

Dante Bertini dijo...

colorín colorado...
y zapatos de tacón

Alicia Noland dijo...

Interesante propuesta: una caperucita con zapatos de charol rojo y un lobo que llora... no debería decepcionarla... igual debería buscarla y comérsela.

Un besito

malditas musas dijo...

Me gusta más tu versión :)

Esta caperucita se rebeló. Los lobos destrozados se refugian en las tortas de chocolate de las abuelitas alrededor del mundo...

besos!
musa

Anónimo dijo...

Qué lobo brisco, es todo lo que puedo decir.
Salú

inespoe@gmail.com dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
inespoe@gmail.com dijo...

Sabes? hice una vez un curso de literatura infantil y resulta que la verdadera caperucita se acuesta con el lobo, esta versión es más feminista, me gusta.

Sabes cuál es la lástima? que los hermanos Grem hayan remozado a la caperuza y la hayan confesado y absoluento, toda una santa para niños.

Saludos!

anaisnit dijo...

La Roja bajó muy despacio las escaleras. Esperaba que su lobo... Pero era tontería. Se habían dicho ya demasiado. Era el tiempo de las maletas y las lágrimas tras los cristales. Ella era mucha mujer para aguantar tanto silencio. Y dio el paso y el lobo se sintió perdido. Nunca se comería nada tan dulce como la Roja, su preciosa alborotadora de bosques y de pelos. La sombra de su caperuza aún cruza la mirada perdida del lobo, que ya no puede contener las lágrimas. Ahora ya no tiene que aparentar. La puerta cerrada es el mudo testigo de su derrota.

Nico Bari dijo...

La verdadera caperucita se acuesta con el lobo? nunca había escuchado esa versión...

Noemí Pastor dijo...

¿Qué tienen los zapatos rojos de tacón que nos fascinan? Yo tengo uno en mi casa, en la cocina, sobre el microondas.

Gonzalo Del Rosario dijo...

Qué bella forma de terminar aquel cuento.

Scummy man dijo...

Yo conozco un chiste de caperucita y el lobo pero no viene al caso...

Scummy man dijo...

Yo conozco un chiste de caperucita y el lobo pero no viene al caso...

Anónimo dijo...

Después de leer esta versión me he convencido que todos los cuentos para "niños" necesitan una actualización inmediata.....

pepe dijo...

y si el lobo era un perro estepario?

El usuario ha abandonado el sitio. dijo...

¿Cuántas caperucitas nos dejan con la estúpida ansiedad de ir a embucharnos abuelas...?
Ah, y te invito a conocer www.ahoradespuesvoy.blogspot.com

Tach

Eugenia dijo...

Tenía una versión en la que caperucita solo quería cazar el lobo, y por eso se propone a si misma como sebo.
Esta tambien me gusta.
Una niña que se mete sola en un bosque donde hay un lobo peligroso no es para menospreciar.

Ava G. dijo...

lobo odioso. lobo bobo.

beso!

viviana dijo...

me ha encantado tu historia, me ha hecho recordar muchas cosas... y a un lobo que también lloró cuando me fui. Asi deberian terminar todos los lobos malos.
Besos.

Ay VAleria! dijo...

Si alguna vez me matrimonio (?) uqe sea en zapatos rojos... como un presagio y que despues el "yo te avise" resulte un reproche repetido.



Lindo de leer, lindas preguntas.